Washington - La secretaria de Estado Hillary
Rodham Clinton compareció en el Capitolio de Estados Unidos el 28 y 29
de febrero para trata de obtener el apoyo del Congreso a un presupuesto
de asuntos exteriores de más de 50.000 millones de dólares para el año
fiscal que comienza el 1 de octubre.
El largo proceso presupuestario en el Congreso requiere que Clinton -y los jefes de todas las demás agencias del gabinete- comparezcan ante las comisiones que supervisan sus actividades para presentar sus prioridades de financiación y recibir comentarios y preguntas de los legisladores. Durante los dos días, Clinton compareció ante las comisiones de asignaciones de la Cámara de Representantes y del Senado de Estados Unidos, y ante las comisiones que se ocupan de las actividades internacionales en cada organismo.
La administración Obama ha presentado al Congreso una propuesta de presupuesto de 51.600 millones de dólares para financiar las actividades del Departamento de Estado en todo el mundo, incluidas las operaciones de las embajadas, la participación con organizaciones internacionales y regionales y la entrega de ayuda humanitaria y de desarrollo.
Al comparecer ante la Subcomisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes para Estado, Operaciones Exteriores y Actividades Relacionadas, Clinton comenzó su discurso con una indicación de progreso diplomático, al comentar la noticia del 29 de febrero de la moratoria sobre lanzamientos de misiles y actividades nucleares como resultado de una ronda de negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. La inesperada noticia sirvió de introducción apropiada al discurso preparado de Clinton. "Ustedes han visto al mundo transformarse ante sus ojos", dijo la Secretaria, refiriéndose a los drásticos cambios políticos que se han producido en el mundo árabe, la extensión de la influencia de al Qaeda, la retirada de las tropas estadounidenses en el extranjero, y a otros acontecimientos mundiales significativos en fechas recientes. "Estamos actualizando la diplomacia y el desarrollo para el siglo XXI", dijo la Secretaria.
Enumeró las cinco prioridades principales de política exterior de la administración Obama para el año próximo. Encabeza esta lista el mantenimiento del apoyo a las misiones de seguridad nacional en Iraq, Afganistán y Pakistán. Esos costos siguen siendo elevados en relación con muchos otros programas del gobierno, pero Clinton señaló que van en camino de reducirse, "40.000 millones de dólares menos de lo que eran hace sólo dos años".
La siguiente prioridad citada por Clinton fue fortalecer las relaciones e instituciones de la región de Asia y el Pacífico, con participación en la "diplomacia de despliegue hacia adelante" para demostrar que "Estados Unidos seguirá siendo una potencia en el Pacífico".
La caída de regímenes de larga data y la aparición de nuevos líderes en el mundo árabe también requieren un lugar especial en la lista de prioridades de política exterior de la administración Obama. Será necesario apoyar el incipiente cambio democrático e instituciones eficaces con la inversión financiera sostenida, para ayudar a estos países a convertirse en miembros prósperos de la comunidad internacional, dijo Clinton. De manera que la administración Obama desea crear un fondo de 770 millones de dólares especialmente designado para responder a los rápidos cambios en la región.
"Esta solicitud presupuestaria nos permitirá ayudar también al pueblo sirio a sobrevivir a un asalto brutal y a planificar un futuro sin Assad", dijo Clinton. "Continúa nuestra ayuda a la sociedad civil y a los socios árabes en Jordania, Marruecos, Túnez y en otras partes". La Secretaria les recordó a los legisladores el apoyo que Estados Unidos brindó a Rusia y las ex naciones soviéticas satélites a medida que surgieron hacia una nueva era en la década de 1990, e indicó que la transición en el mundo árabe es un acontecimiento de igual importancia histórica.
"La diplomacia económica" fue la cuarta prioridad que Clinton mencionó, a la que describió como la actividad de las embajadas en todo el mundo dirigida a apoyar a las empresas estadounidenses para que consoliden relaciones económicas con gobiernos y empresas de otros países.
La última prioridad que figuraba en la lista que Clinton presentó a las comisiones del Congreso fue la de colocar a las cuestiones de desarrollo en un plano de igualdad con la diplomacia y la defensa. Las inversiones para mejorar la calidad de vida en los países pobres servirán bien a Estados Unidos en el futuro, dijo Clinton. "Mediante la Iniciativa de Salud Mundial, mediante nuestra iniciativa Alimentar el Futuro, venimos consolidando los programas, aumentando la capacidad de nuestros socios, trasladando responsabilidades a los países destinatarios de la ayuda, y haciendo impacto en los ámbitos de la salud y el hambre que en el futuro serán un verdadero crédito para nuestro país".
Clinton acudió esta semana al Capitolio en momentos en que la situación presupuestaria del país es una enorme preocupación para muchos estadounidenses, y muchos legisladores han prometido recortar los niveles anuales de gastos y reducir la deuda a largo plazo. Teniendo en cuenta esas preocupaciones, Clinton les dijo a los legisladores que este no es el momento para que Estados Unidos se retire del mundo. "Las inversiones en el liderazgo estadounidense no causaron nuestros problemas fiscales, y retirarnos del mundo no va a resolverlos", dijo.
Las cuestiones presupuestarias han constituido el núcleo de algunos duros intercambios entre legisladores republicanos y demócratas en los últimos años, pero ese tono áspero no apareció durante las comparecencias de esta semana. Si bien algunos legisladores expresaron su desacuerdo con las posturas de política exterior de la administración Obama, trataron a Clinton con respeto y agradecimiento por su servicio que, desde que asumió el cargo, la ha llevado a recorrer más de un millón de kilómetros y 95 países.
El legislador Mike Rogers, republicano de Alabama, elogió y felicitó a la secretaria de Estado. "Usted ha traído mucha cordura a la política exterior de Estados Unidos con su ardua labor", dijo.
El largo proceso presupuestario en el Congreso requiere que Clinton -y los jefes de todas las demás agencias del gabinete- comparezcan ante las comisiones que supervisan sus actividades para presentar sus prioridades de financiación y recibir comentarios y preguntas de los legisladores. Durante los dos días, Clinton compareció ante las comisiones de asignaciones de la Cámara de Representantes y del Senado de Estados Unidos, y ante las comisiones que se ocupan de las actividades internacionales en cada organismo.
La administración Obama ha presentado al Congreso una propuesta de presupuesto de 51.600 millones de dólares para financiar las actividades del Departamento de Estado en todo el mundo, incluidas las operaciones de las embajadas, la participación con organizaciones internacionales y regionales y la entrega de ayuda humanitaria y de desarrollo.
Al comparecer ante la Subcomisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes para Estado, Operaciones Exteriores y Actividades Relacionadas, Clinton comenzó su discurso con una indicación de progreso diplomático, al comentar la noticia del 29 de febrero de la moratoria sobre lanzamientos de misiles y actividades nucleares como resultado de una ronda de negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. La inesperada noticia sirvió de introducción apropiada al discurso preparado de Clinton. "Ustedes han visto al mundo transformarse ante sus ojos", dijo la Secretaria, refiriéndose a los drásticos cambios políticos que se han producido en el mundo árabe, la extensión de la influencia de al Qaeda, la retirada de las tropas estadounidenses en el extranjero, y a otros acontecimientos mundiales significativos en fechas recientes. "Estamos actualizando la diplomacia y el desarrollo para el siglo XXI", dijo la Secretaria.
Enumeró las cinco prioridades principales de política exterior de la administración Obama para el año próximo. Encabeza esta lista el mantenimiento del apoyo a las misiones de seguridad nacional en Iraq, Afganistán y Pakistán. Esos costos siguen siendo elevados en relación con muchos otros programas del gobierno, pero Clinton señaló que van en camino de reducirse, "40.000 millones de dólares menos de lo que eran hace sólo dos años".
La siguiente prioridad citada por Clinton fue fortalecer las relaciones e instituciones de la región de Asia y el Pacífico, con participación en la "diplomacia de despliegue hacia adelante" para demostrar que "Estados Unidos seguirá siendo una potencia en el Pacífico".
La caída de regímenes de larga data y la aparición de nuevos líderes en el mundo árabe también requieren un lugar especial en la lista de prioridades de política exterior de la administración Obama. Será necesario apoyar el incipiente cambio democrático e instituciones eficaces con la inversión financiera sostenida, para ayudar a estos países a convertirse en miembros prósperos de la comunidad internacional, dijo Clinton. De manera que la administración Obama desea crear un fondo de 770 millones de dólares especialmente designado para responder a los rápidos cambios en la región.
"Esta solicitud presupuestaria nos permitirá ayudar también al pueblo sirio a sobrevivir a un asalto brutal y a planificar un futuro sin Assad", dijo Clinton. "Continúa nuestra ayuda a la sociedad civil y a los socios árabes en Jordania, Marruecos, Túnez y en otras partes". La Secretaria les recordó a los legisladores el apoyo que Estados Unidos brindó a Rusia y las ex naciones soviéticas satélites a medida que surgieron hacia una nueva era en la década de 1990, e indicó que la transición en el mundo árabe es un acontecimiento de igual importancia histórica.
"La diplomacia económica" fue la cuarta prioridad que Clinton mencionó, a la que describió como la actividad de las embajadas en todo el mundo dirigida a apoyar a las empresas estadounidenses para que consoliden relaciones económicas con gobiernos y empresas de otros países.
La última prioridad que figuraba en la lista que Clinton presentó a las comisiones del Congreso fue la de colocar a las cuestiones de desarrollo en un plano de igualdad con la diplomacia y la defensa. Las inversiones para mejorar la calidad de vida en los países pobres servirán bien a Estados Unidos en el futuro, dijo Clinton. "Mediante la Iniciativa de Salud Mundial, mediante nuestra iniciativa Alimentar el Futuro, venimos consolidando los programas, aumentando la capacidad de nuestros socios, trasladando responsabilidades a los países destinatarios de la ayuda, y haciendo impacto en los ámbitos de la salud y el hambre que en el futuro serán un verdadero crédito para nuestro país".
Clinton acudió esta semana al Capitolio en momentos en que la situación presupuestaria del país es una enorme preocupación para muchos estadounidenses, y muchos legisladores han prometido recortar los niveles anuales de gastos y reducir la deuda a largo plazo. Teniendo en cuenta esas preocupaciones, Clinton les dijo a los legisladores que este no es el momento para que Estados Unidos se retire del mundo. "Las inversiones en el liderazgo estadounidense no causaron nuestros problemas fiscales, y retirarnos del mundo no va a resolverlos", dijo.
Las cuestiones presupuestarias han constituido el núcleo de algunos duros intercambios entre legisladores republicanos y demócratas en los últimos años, pero ese tono áspero no apareció durante las comparecencias de esta semana. Si bien algunos legisladores expresaron su desacuerdo con las posturas de política exterior de la administración Obama, trataron a Clinton con respeto y agradecimiento por su servicio que, desde que asumió el cargo, la ha llevado a recorrer más de un millón de kilómetros y 95 países.
El legislador Mike Rogers, republicano de Alabama, elogió y felicitó a la secretaria de Estado. "Usted ha traído mucha cordura a la política exterior de Estados Unidos con su ardua labor", dijo.
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